Hoy hemos ido a Moraleja del Vino, a ver el Planetario de la Caixa. Era como una colchoneta, aunque no era para saltar.
Entramos dentro y había un gran proyector. Todos nos sentamos y vimos cómo el proyector reflejaba imágenes sobre el espacio en la cúpula. Vimos cómo cambiaban las estaciones a lo largo del año, debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol.
Empezaron a aparecer el Sol, los planetas y las constelaciones de invierno, como la de Orión que representa a un cazador que quiere coger un escorpión. Zeus lo castiga buscando la Constelación del Escorpión por el universo, pero es imposible que lo coja porque es una constelación de verano. También vimos la Constelación de los Perros de caza de Orión o la de Géminis y cuenta la leyenda que Cástor y Póllux eran los gemelos hijos de Zeus. Cástor murió en un combate y como no podían vivir el uno sin el otro, Zeus le dijo a Póllux que si quería estar con su hermano, tenía que dejar de competir. Lo quería tanto que aceptó y Zeus los colocó juntos en una constelación.
Cuando acabó la proyección, Paúl Octavio Martín, responsable de la actividad, apasionado de la astronomía y padre de un alumno del CRA, nos contó historias sobre las estrellas, como la de la Osa Mayor, en la que Zeus engañó a Juno con Calipso y tuvo un hijo con ella, Arcas. Juno se enteró y loca de celos, convirtió a Calipso en Osa. Un día Arcas fue a cazar y se encontró con una osa, su madre. En el momento de dar muerte al animal, Zeus los subió al firmamento y, desde entonces, los conocemos como Osa Mayor y Osa Menor.
Al final le dimos un aplauso y, cuando salimos, nos hicimos unas fotos.
¡Fue fantástico!
- El Equipo de Redacción -
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